jueves, 18 de septiembre de 2008

APETITO PROHIBIDO. OBRA EN UN SOLO ACTO

Autor: WILLIAM URDANETA
PERSONAJES:
DORA (PUTA VIEJA)
LUIS (HOMBRE JOVEN)

ESCENA ÚNICA
ÚNICO CUADRO

La obra se desarrolla en un cuarto o pieza de burdel de mala muerte. Con divisiones de cartón piedra, donde se respira el moho de tanta humedad, el sexo resiente, sudor, entre otras cosas. Se distingue una cama de copete de cartón piedra y fórmica roída, una mesa de noche marcada por las quemaduras de tantos cigarros, que adornada con un trapito tejido y un pote de cualquier cosa, con flores de plástico. Se deja ver una cortina de bacterias desteñidas que guinda de un palo de escoba, que divide un baño con bidet y lavamanos que apenas se dibujan, por una luz de bombillito de a veinticinco.

En la escena se encuentra el personaje Luis; quien observa todo; se oye música de burdel de orilla. Este se muestra algo impaciente.

Dora.- (entrando a la pieza) Apaga esa mierda, me tienes harta con esa música; ya está bueno con ese despecho Yubisleisi, ese chulo no regresa (refiriéndose a alguien que esta afuera) ¿tú eres el que me está buscando? Voy abrir esta ventana que esta haciendo un calor pegajoso. (Va y abre la ventana, lo mira de arriba a bajo). Pero… ¿yo no te conozco? Me dijeron allá afuera que querías estar conmigo solamente ¿Quién te dio la referencia?

Luis.- Me dijo un amigo mío, que si venia para acá, preguntara por la puta Dora ¿Usted es Dora?

Dora.- Si, yo soy Dora. La puta dora.

Luis.- Disculpe, quise decir...
.
Dora.- Puta y ya. ¿Qué me vas a decir? Perdón señora puta. Doña puta, puta es puta!

Luis.- De verdad que hace calor aquí. (HACE GESTO DE CALOR)

Dora.-Si quieres te pongo un ventilador.

Luis.- Sería bueno

Dora.- Pero así; con ventilador es más caro.

Luís.- ¿Cómo que más caro? A qué se refiere.

Dora.- Bueno chico, que si quieres un ambiente más fresco, es más caro.

Luis.- Bueno esta bien, póngalo, que esto parece a un horno y más con ese techo de asbesto.

Dora.- (sale y entra con un armatoste de ventilador) Ya al pobre le he sacado el juguito, la utilidad, como dicen los que saben y no me quejo; fue una buena inversión, más adelante me compro un televisorcito a color, ahora viene de plasma y se pueden guindar en la pared, un ducha Corona para tener agua caliente.

Luis.- Me imagino que con televisor y agua caliente, cobrará más.

Dora.- Esa es la idea, brindarle al cliente un mejor servicio.

Luis.- Debería tener servicios de masaje.

Dora.- Qué te pasa mi amor. Yo doy masaje

Luis.- ¿Por el mismo precio?

Dora.- Eso es aparte, en oferta lo doy todo junto, pero solo en días de feriado legal y días de fiesta nacional...Y para ti son ochenta mil, cariño.

Luis.- ochenta mil ¿qué?

Dora.- Quise decir ochenta, antes era de ochenta mil, una puta de ochenta mil, ahora con tres ceros menos soy una puta de ochenta .¿te parece caro? Ahora la puta mas barata esta entre cuarenta y cincuenta Bolívares...y yo no soy de “esas”, todavía es que me queda. (Lo mira) o no?

Luis.-Supongo que si. Y... ¿por qué me mira así? ¿Qué tengo?

Dora.-Nada... que tienes una cara de limpio. No me digas que no tienes plata; porque yo no fío.

Luis.- No se preocupe doña aquí tiene (le da un billete)

Dora.-Yo no soy ninguna doña. Qué güevonada es esa de doña. Contéstame una pregunta: ¿tú como que es primera vez que vienes a un burdel?

Luis.- No, no, yo he venido antes, digo; yo he ido de los que están allá abajo.

Dora.- Pero tú no tienes cara de putañero, tiene cara más bien de monaguillo de pueblo. (Mira el billete) Estos billetes hay que verlo bien; tú lo tocas así y se siente el relieve de las letras. La otra vez me metieron uno; pero este billete está bien. Ya vengo cariño, voy a pagar la pieza. Puedes prender el ventilador, para que te vayas refrescando (sale al tiempo que suena un vallenato, él espera impaciente, mira de tras de la cortina del baño y hace gesto de desagrado, se sienta en la cama, como probando el colchón esta no deja de sonar, como si se quejara de tanta faena, trata de prender el ventilador y este se resiste a prender)
(Ella entrando) coño vas a seguir con la mierda de música esa... (Gritándole a alguien de afuera de la pieza).y que pasó carajito yo pensé que ya te habías quitado la ropa.

Luis.- Ese ventilador no sirve

Dora.- ¿Cómo que no sirve? No joda chico, claro que sirve; lo que pasa es que está mal acostumbrado, hay que ayudarlo (le da vueltas al aspa con la mano) como los carros de antes.

Luis.- ¿Cómo así?

Dora.- Hay que darle unos carajazos para que funcione (le mete un golpe y este comienza a girar) te das cuenta.

Luis.- Y... Usted vives aquí?

Dora.- Si, yo vivo aquí.

Luis.- ¿En este cuarto?

Dora.- ¿En esta pieza?

Luis.- ¿Cómo puede vivir aquí? En este sitio (con cierto escrúpulo)

Dora.- ¿Qué tiene este sitio?

Luis.- Demasiado oscuro y húmedo

Dora.- Con abrir la ventana tengo

Luis.- Y puede ver que hay más allá de la ventana? (ella lo mira con extrañeza)

Dora.- Solo la abro para que entre el aire

Luis.- no creo que entre brisa por esa ventana

Dora.- Hay gente que vive y trabaja en el mismo sitio. Todo en uno, esto que esta aquí, es mío, cómo quien se dice: el fondo de comercio...la cama, el ventilador...Todo.

Luis.- Y ¿Siempre ha vivido aquí?

Dora.- Que coño! Tú cómo que estás haciendo una encuesta. O es que eres un inspector de sanidad.

Luis.- No, solo preguntaba. Disculpe si la incomodé, con tanta pregunta...Es bastante húmedo.. No le da calor ese techo de asbesto, huele a moho, este sitio está lleno de ácaros.

Dora.- A sexo resiente también huele...Así que no pregunte tanto y vamos al grano, desvístete que estoy apurada.

Luis.- Qué ¿Esperas a alguien más?

Dora.- No, pero no pensarás que voy a pasar toda la noche contigo, por ochenta, viéndote la cara de pendejo que pones y yo bolsa respondiéndote todas la preguntas como si fueras del censo.

Luis.- Y ¿cuánto dinero ganas? Al día, a la semana, al mes

Dora.- Y vas a seguir preguntando. Rentabilidad se llama eso, Depende!

Luis.- Del número de clientes. Me imagino

Dora.- Exactamente, clientes

Luis.- Y ¿viene gente para acá?

Dora.- No! Orangutanes y nemues, es que no te ves parado ahí...o es qué tú no eres gente?

Luis.- Me refiero... qué si tienes bastantes clientes.

Dora.- Una lista como la guía telefónica...

Luis.- De verdad que en esta época tú oficio es riesgoso.

Dora.- En esta época y en todas las épocas. Tienes miedo de venir aquí y acostarte con una puta. A cómo quieres la gonorrea? La sífilis, el sida. (Se ríe sarcástica)

Luis.- Pareciera toda una aventura ¿verdad? O una ruleta rusa.

Dora.- ¿A qué te refieres? A la posibilidad de contraer todas esa cosa. Te refieres a si estoy sana. Si estoy sana .Hace una semana me hice la prueba del sida y el último chequeo fue hace quince días... Quieres ver, quieres mi cartón de sanidad.

Luis.- En la universidad de cada diez mujeres; seis tienen el virus del papiloma humano. Sería bueno, uno nunca sabe.

Dora.- ¿En la universidad? ¿Hay universidades para putas ahora?¿una misión para putas?.
Luis.- No en la universidad donde la gente va a graduarse de abogado, de ingeniero, de médico.

lunes, 15 de septiembre de 2008

Un cuento de Victorino


EL NENE

Víctor, a quien cariñosamente apodaban el Nene, era un buen bochador. Con una cerveza en la izquierda y una bola en la mano derecha, rozándola suavemente, maquinalmente, contra su pantalón, como si la acariciara o se acariciara, meditaba profundamente y presentía, sonriente, el sonido seco de un boche clavado; cuando repentinamente se detuvo, como si recordara que tenía algo que hacer.
Eso fue precisamente lo que dijo. Recordó que tenía que hablar con su esposa y le vieron salir, luego de vaciar el contenido de la botella, sin apuro, sin aparentar alguna emoción, ya fuera de alegría, de rabia o de tristeza. Y quienes le vieron entrar al bloque de apartamentos y subir las escaleras se refirieron a su andar en los mismos términos.
De qué hablaron, no se supo. No se escuchaba nada, a diferencia de otras ocasiones, cuando los gritos y las amenazas eran tales que se hacía necesario subirle el volumen al televisor para saber qué respondía, en la pregunta por cincuenta millones, el segundo participante de la noche, a quien ya no le quedaban más comodines.
El silencio de aquella noche de domingo (silencio había pues no había nadie escuchando Bonchona, no era miércoles y no transmitían Quién quiere ser millonario) fue violentamente interrumpido por una ventana que se rompía y un objeto grande y pesado que cayó o rebotó sobre algún vehículo estacionado, activando la alarma de éste y de todos los que quedaban cerca.
No era un objeto cualquiera. Era Lucía, la esposa del Nene; era Lucía a quien su esposo había arrojado desde el tercer piso, aprovechando la diferencia de más de cincuenta kilos de peso entre ambos. Pero la suerte quiso que la mujer, luego de atravesar la ventana, no cayera directamente al piso, sino que rebotara sobre el techo de un Ford Sierra. El techo cedió, amortiguando la caída, y la mujer, aunque golpeada y sangrante, seguía viva y consciente.
El primer movimiento de los curiosos fue acercarse a ver y luego tratar de ayudar; pero la furia del Nene se había desatado y comenzó a arrojar todo lo que podía, impidiendo, por un lado, que se acercaran las personas, y por el otro, tratando de terminar lo que en un primer momento no había conseguido. Éste al parecer era su principal objetivo, porque mientras arrojaba las cosas (desde el televisor hasta unos bloques que se habían comprado para una remodelación en el pequeño apartamento) gritaba:
- Maldita, te quería matar y estás viva.
Algunos vecinos estaban armados, y comenzaron a disparar. Pero tanto ellos como el Nene mostraron una puntería infame. Cuando arrojó el teléfono sin conseguir, por enésima vez, dar en el blanco, el Nene tuvo una idea que le pareció brillante. Maniobrando con dificultad en el alféizar de la ventana su redonda figura, el Nene trató de apuntar bien y se lanzó al vacío, buscando dar con su humanidad sobre el cuerpo de su esposa, que no había conseguido moverse del lugar donde cayó.
Ni en sus peores días jugando bolas el Nene había fallado tantas veces, incluyendo la última. Pues cayó a un lado del cuerpo de su esposa sin rozarla apenas. Y no tenía ya chance para intentar un segundo boche.

Rafael Victorino Muñoz (Valencia, 1972) Escritor

Poema de Antonio Pinto

Le diré del Escritor

Que se inspira muy sincero,
Para sacar en novela,
Hechos que son verdaderos.

Inspiración con realismo,
Que con la pluma lo escribe,
Demostrando dramatismo,
Cosas que a diario se vive.

Doy vivas al escritor
que demuestra su talento
sacando la inspiración
con la pluma y su argumento
relatos del entendimiento.

Reciban un gran saludo,
le digo a los escritores
de todas partes del Mundo.
Son los reyes y señores
y deleite de los escritores.

Antonio Pinto. Poeta del municipio Montalbán.

jueves, 4 de septiembre de 2008


Taller de Poesía
Espacio para la lectura y creación poética a través de diversos ejercicios, discusión de artes poéticas, confrontación de textos, lecturas poéticas, encuentros con escritores, viajes a los roques, entre otros.

Días: Miércoles, hora: 4:00 p.m.
Inscripción: Flores amarillas
Lugar: Ateneo de Valencia, Av. Bolivar Norte

POEMAS DE EUSTOQUIO SILVA

SI ALGÚN DÍA
a Ana Enriqueta Terán

alguien por azar
descubre un poema tallado con mi nombre
y la llama adormecida de su alma con ritmo
armonioso se levanta


Si algún día


alguien su fracaso
prosterna ante el altar de luz de su conciencia
y su oscura carne como el vuelo de un ángel
por el cielo resplandece

Si algún día

alguien lograra
colmar la vaciedad del que vive solo en compañía
o del que llora siempre en soledad
entonces
habrá valido la vida esta Casa de Hablas.


DESCONOZCO A QUIEN SALUDA MI CUERPO
cuando conmigo anda por calles nocturnas.

En la acera opuesta resuenan pasos
caminan un tiempo distinto.

Traspasar el umbral de una puerta
que no está allí sino en la memoria propongo:
siento cómo se evade en medio de un frío silencio.

Desconozco a quién saluda mi cuerpo
en esas noches tan llenas de ausencias.

Del libro: Variaciones del paisaje (2006)


DE SUS OJOS BEBE LUZ
Siente
como ensancha su agitado pecho.

De sus ojos bebe luz.

Haz que su boca pronuncie la frase prohibida
pues saber debe que aun pertenece
al mundo saboreado de la carne.


ALTIVA PERRA LAME MI CUERPO
La que dice ser y no es
viste traje taciturno.

Firme la mirada
ante el follaje de mis ojos se descubre.

Para desorientar el viaje de mis manos
altiva perra lame mi cuerpo
entonces las palabras son saliva.

La que dice ser y no es
en verdad no teme al olvido.

Del libro: Silencio cifrado (2007)

Eustoquio Silva.(San Felipe, Yaracuy, 1941). Licenciado en Relaciones Industriales. Profesor de la Universidad de Carabobo entre 1976 y 1982, así como en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (Upel), desde 2001. Ha publicado los poemarios Árbol de siempre (La Tuna de Oro, 2002) Variaciones del paisaje y otros poemas (2006) y Silencio cifrado (El Perro y La Rana, 2007), así como la plaquette Y se hizo bosque (Viento del Sur Editores, 2004). Poemas suyos aparecen en Poesía yaracuyana, de Pedro Antonio Vásquez (1978); Antología de poesía yaracuyana, de Orlando Barreto (1983), y Voces del paisaje (Ateneo de San Felipe, 2004). Ganador en el Certamen Mayor de las Artes y de las Letras promovido por el Consejo Nacional de la Cultura (Conac, 2004 y 2006). Ha participado, como invitado, en la IV Feria Internacional del Libro Expolibro (UC, 2002), en el II Encuentro Nacional de Jóvenes Escritores (UC, 2004), en el V Encuentro Internacional de Poesía (UC, 2006) y en la III Feria Internacional del Libro de Venezuela, Filven (2007).